sevillanos a la milanesa (II)
Continúo mi pequeño reportaje sobre Milán con la Galleria Vittorio Emanuele II, justo al lado del Duomo, espectacultar a todas horas y desde todos los puntos de vista. Al ser el paso más rápido entre la Plaza de la Scala y el Duomo, es difícil visitar la ciudad sin atravesarla, pero merece la pena pararse un poco a disfrutarla. Que compremos algo ya es otro cantar, porque los precios no son especialmente aptos para turistas.
Otro punto imprescindible que imagino que no está en todos los recorridos de «llego-veo-el-duomo-y-me-voy» es la Iglesia de San Ambrosio, especialmente desde el exterior.
El transporte público en la ciudad funiona bastante bien y es bastante extenso, entre autobuses, cercanías, metro y tranvías. Nosotros usamos sobre todo estos últimos, que mantienen un diseño y un feeling muy parecido al que tenían desde sus inicios, como demuestran las fotos del Milán de siempre, que muchos tenían en su interior.
Pero, si tuviera que quedarme con un sitio que haya marcado mi viaje, me quedo con un patio de pintores que descubrimos, casi por azar, en la zona de la Dársena y los Navigli. Alrededor del patio, los pintores abrían sus casas y sus talleres para ofrecer su arte, en un ambiente de arte y de tranquilidad que incluso conseguía que los turistas no relajásemos y disfrutásemos del momento con tiempo y respeto… y eso es bastante dificil de conseguir
Dejo para el final algunas fotos que no se ubicaban claramente en ningún sitio. Tranquilos que ya queda menos
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